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Invocar a los espíritus con un vaso

Las vías a través de las cuales podemos comunicarnos con los espíritus son variadas, pero en todas ellas de lo que se trata es de establecer contacto con entidades que no poseen ya un cuerpo físico. Lo más recomendable es que siempre haya un médium presente que sirva como guía, no sólo para abrir y cerrar el portal que separa este mundo del más allá, sino también porque sabrá identificar con mayor seguridad la naturaleza del ente que se presente. La llegada de un espíritu negativo puede convertirse en una experiencia desagradable y muy peligrosa si no se sabe detener.

Una de las técnicas más utilizadas para invocar a los espíritus es la de utilizar un vaso que, al desplazarse sobre una mesa acercándose a determinadas letras y números, responderá a nuestras preguntas. Como es una técnica muy sencilla, suele ser la elegida entre quienes comienzan a adentrarse en el mundo de las parapsicología.

Además, tan sólo es necesario contar con fichas de todas las letras del alfabeto, de los números 0 al 9 y de las palabras «Si» y «No». También puede utilizarse un tablero en el que esté todo incluido pero cuyo centro esté vacío, ya que es ahí en donde se va a colocar el vaso en el momento de comenzar la sesión. Lo importante es que todo esté colocado en círculo para así facilitar el movimiento del vaso a través de la mesa.

Una vez estén presentes y sentados alrededor de la mesa todos los que vayan a participar, se coloca el vaso boca abajo en el centro de la mesa. Es entonces cuando todos los presentes han de poner uno de sus dedos en la base del vaso al tiempo que relajan sus mentes y se concentran en el propósito de la reunión. La seriedad y la concentración es muy importante para que todo salga bien en una sesión espiritista.

Una vez que el guía, elegido para dirigir la sesión, comprueba que todo está en orden, es el momento de comenzar a hacer las preguntas. Las respuestas llegarán a través del desplazamiento del vaso sobre la mesa. Unas veces serán un escueto «Si» o un «No», pero otras veces el vaso irá pasando sobre letras y números, proporcionando respuestas más amplias. Ahora bien, es importante reconocer si el movimiento del vaso está provocado realmente por un ente espiritual o si, por el contrario, lo estamos moviendo involuntariamente.

Una vez terminada la sesión y cerrado el portal, es recomendable romper el vaso, limpiando así por completo las huellas dejadas durante la comunicación.