Quiromancia, el arte de leer las manos
El arte de la Quiromancia tiene su origen en la cultura hindú y su práctica se remonta nada menos que a 5000 años. Este arte era considerado una ciencia y se enseñaba en las escuelas. Su finalidad no era conocer el futuro ni hacer cábalas, sino desvelar la personalidad del individuo, las partes más oscuras, los bloqueos y las fortalezas del individuo. A la Quiromancia se la consideraba como una aliada de la Astrología.
Efectivamente, no puede verse el «porvenir» ni la «buenaventura» en las palmas de las manos. Ahora bien, si tenemos en cuenta la relación entre cuerpo y mente y sabemos que dependiendo de si tenemos una actitud negativa o positiva ante la vida nos puede ir de una manera o de otra, aquí la Quiromancia sí que puede influir en nuestro futuro. Si una lectura de manos nos hace conscientes de que un determinado comportamiento del presente nos está bloqueando, nos da la oportunidad de cambiarlo. De esa manera estamos «construyendo» nuestro propio destino.
Desde el momento en que nacemos, las líneas de nuestras manos van cambiando. Aparecen unas nuevas o cambian de forma las que ya estaban. Según el arte de la Quiromancia, esto responde a nuestros propios cambios interiores, ya sea de actitud , de pensamiento o de conducta.
Cuando se realiza una lectura de manos se tienen en cuenta las dos. Pero a la hora de interpretarlas no son iguales. La mano «activa», que es con la que se escribe o se hacen la mayor parte de las cosas, es la que reflejará aquellas tendencias que están actuando en el presente y que posiblemente lo harán en el futuro. La mano «pasiva» mostraría el pasado o la infancia de la persona.
Al igual que la Astrología, la Quiromancia es como un mapa de nuestra vida. El quiromante es capaz de distinguir e interpretar los «marcadores» de ese mapa que es la mano y que corresponden a puntos relacionados con nuestro sistema nervioso (esto suena a acupuntura, ¿verdad?).
Ahora veamos algunas de las líneas más «populares» que podemos encontrar en las palmas de nuestras manos.
Línea de la Vida
– Esta es la línea que despierta el mayor interés entre la gente. Al contrario de lo que se piensa no nos dice cuánto vamos a vivir. Nos informa acerca de nuestra energía vital, nuestra salud y los cambios trascendentales en nuestra vida.
Línea del Corazón
– Esta línea suele comenzar en el lado izquierdo de la mano bajo el meñique y se dirige hacia el espacio que hay entre el dedo medio y el índice. De ella puede sacarse información acerca de nuestras emociones, nuestra forma de relacionarnos íntimamente y, desde el punto vista físico, de la salud de nuestro corazón.
Línea de la Cabeza
– Se sitúa por encima de la línea de la vida y atraviesa horizontamente la palma de la mano. Muestra cómo aprendemos, nuestro intelecto, nuestras ganas de aprender, si somos o no creativos o si somos realistas o idealistas.
Línea del Destino
– Para empezar, no todos tenemos una línea del Destino. Cuando aparece, su trazo empieza desde la base de la palma de la mano hacia arriba. Suele indicar que la vida de la persona está teñida de sucesos que escapan a su control.
Al igual que no existen dos huellas digitales iguales, no existen dos palmas iguales. Estudios médicos ya han relacionado los llamados dermatoglifos, las rayas y otras marcas de la mano o plantas de los pies, con ciertas enfermedades. Tal vez un día no muy lejano también se encuentre una relación científica que constate lo que los antiguos hindúes ya sabían desde hace 5000 años.
Foto Vía: palmistryreport.wordpress.com
