Compañeros del alma y Almas gemelas
Hace unos 2500 años, Platón dijo sobre las almas: «Y cuando una de ellas encuentra a su otra mitad, la auténtica mitad de sí misma, las dos se perderán en un éxtasis de amor, amistad e intimidad, en la que ninguna estará lejos de la vista de la otra».
Las relaciones son como espejos. Nos ayudan a conocernos mejor a nosotros mismos. Al mirarnos en los demás, lo que realmente vemos es nuestra propia imagen. El mundo de las relaciones es complicado muchas veces, incluso doloroso, pero también es del que más recompensas recibimos.
Kármicamente, hay tres tipos de relaciones-espejo:
– Uno es el espejo de lo que fuimos. Esta relación ofrece la oportunidad de saber dónde has llegado, pero nada más. Por eso hay que dejarla ir tal como vino, y no dejarse atrapar por ella.
– Un segundo tipo es la de dónde estamos ahora. Si aún se experimenta con alguien alguna carga emocional, es mejor trabajar en ella hasta que lo solucionemos. Estas relaciones son las más difíciles, porque reflejan todo aquello que aún no hemos aprendido en la vida. Pero, sobre todo, aquello ante lo permanecemos ciegos.
– La tercera y última, es aquella que refleja lo que llegaremos a ser, es decir, nuestro potencial. Normalmente tiene lugar cuando se encuentra a una persona a la que se idealiza y se pone en un pedestal. Lo que ensalzamos en ella, en realidad son nuestras propias cualidades y lo que estamos idealizando es lo que podríamos llegar a ser.
Es evidente que, cuanto mayor sea el autoconocimiento, cuanto más claro se tenga quienes somos, más posibilidades tenemos de atraer ( no buscar), a la persona adecuada. A lo largo de la vida encontraremos muchas parejas potenciales. Ahora bien, ¿ quién es nuestro compañero del alma? ¿Cómo lo conoceremos? ¿Cómo sabremos si es o no es?
Esotéricamente hablando, el compañero del alma es un alma, o almas, con la que hemos tenido una conexión en vidas pasadas. Pueden haber sido nuestros padres, hermanos, esposos, amigos… Y han decidido volver a estar a nuestro lado para ayudarnos a encontrar el equilibrio en nuestra vida.
El compañero del alma no implica siempre una relación de tipo romántico. También podemos tenerlos como amigos, como familiares. Puede ser un maestro o un consejero. A menudo irrumpen en nuestra vida durante un corto período de tiempo, o en ocasiones puntuales y, a continuación, desaparecen. Pero siempre son recordados.
El alma gemela es ya otra cosa. Forma parte de nosotros. Cuando las almas decidieron entrar en el mundo físico, fueron separadas en masculino y femenino ( y no me refiero al concepto de macho y hembra ). En el momento en que hemos experimentado y aprendido lo suficiente, estaremos preparados para encontrar nuestra otra mitad, o alma gemela. Será alguien cuya existencia será increíblemente parecida a la nuestra, coincidiendo incluso en experiencias vitales, incluidas las fechas. Igual que si se tratase de una vida paralela a la nuestra.
Una vez se establece la relación con nuestra alma gemela, sólo es comparable con la de unos gemelos idénticos. Cada uno es consciente de los deseos, pensamientos y necesidades del otro a un nivel casi sobrenatural. Es el recuerdo de esa unidad pasada lo que les da ese amor y esa conexión tan profundos.

Hola éste artículo está muy bueno, lo malo es que no pude accesar a el blogspot de the art of being femenine, en fin, gracias por tan interesante artículo.
osea que si soy homosexual jamas encontrare mi alma gemela ya que estas al venir a este mundo fueron separadas en hombre y jumer :/.. Que mal.