Rueda de la Fortuna, adaptarse a lo que viene

La Rueda de la Fortuna nos habla, básicamente, de adaptarnos al día a día, a lo que vaya sucediendo a nuestro alrededor, y a no ir en contra de lo que no depende de nosotros sino buscar la manera de aprovechar la corriente para avanzar en la vida. Hay movimiento, nada se estanca y eso es positivo. Pero es más que probable que exija templanza por nuestra parte y confianza en que lo que esperamos será conducido hasta donde debe estar.

Por otra parte, la Rueda de la Fortuna también nos anuncia el fin de un ciclo, de una etapa, a partir del cual podemos comenzar de nuevo, eso si, adaptándonos a lo nuevo que está por venir. Así pues, este arcano mayor del Tarot nos trae promesas de evolución (siempre que no nos resistamos a ella) y de que lo que estamos viviendo ahora (o hemos vivido hasta hace muy poco) no es sino un tramo más del que saldrás para entrar en otro distinto.

Otra enseñanza que nos trae la Rueda de la Fortuna es la que, aunque hay cosas que no podemos evitar, sí que podemos aprender de errores y de circunstancias pasadas para saber cómo reaccionar en momentos similares a los ya pasados. Así nos adaptamos al terreno sobre el que pisamos pero, al mismo tiempo, comprendemos la mejor manera de saltar obstáculos y evitar caídas y parones innecesarios.

De todas formas, y de lo dicho, no se puede decir que esta Carta del Tarot tenga connotaciones negativas ni mucho menos. Su aparición en una Tirada no implica que seamos muñecos del destino ni nada parecido. Más bien nos alienta a buscar lo mejor de cada momento, lo que se puede salvar, para así seguir adelante y no pasarnos la vida como quien dice «luchando contra el viento».

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