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Las normas de la magia gitana

Con frecuencia, se asocia a la etnia gitana con supersticiones, creencias y costumbres cuando menos, curiosas. Cierto es que la religión juega un papel muy importante en esta cultura pero también hay un componente sobrenatural, una fuerza a la que se aferran que no podemos olvidar. Es, por ejemplo, el caso de las gitanas que interpretan el devenir de nuestras vidas leyendo las líneas de nuestra mano. Este acto «mágico» responde más bien a una tradición, es la cultura oral que reciben de sus ancestros.

Son muchos los rituales y costumbres gitanos de protección y atracción de la buena suerte. Aunque casi todos ellos son protocolos sin complicación, lo más importante de la magia gitana puede ser resumido en un decálogo del que hoy en día, se conservan y respetan prácticamente cuatro importantes normas.

Sea cual sea la rama, el ámbito o el campo de especialización, la magia tiene una serie de pautas que han de seguirse, mandatos sagrados y mandamientos para quienes la practican. La mayoría de los mandamientos que rigen la magia gitana se han ido perdiendo con el tiempo.

Para contextualizarnos, los antropólogos y sociólogos opinan que los zíngaros fueron los primeros expertos esoteristas en el Antiguo Egipto, lugar en el que permanecieron cautivos durante cuatro siglos. Hablar de magia gitana implica hablar de cierto talento para interpretar el futuro, maldiciones, rituales para el amor, conjuros, sortilegios, tradiciones orales que trascienden de generación en generación… Los gitanos advierten de que el verdadero poder de su magia reside en el respeto hacia las cuatro normas básicas:

Norma 1: La fuerza del deseo: Lo más importante para obtener un buen resultado es el deseo. Cuanto más intenso sea nuestro deseo, con mayor probabilidad habrá de que se cumpla.

Norma 2: Intensa concentración: Hace mención a la necesidad de concentrarse cuando se lleva a cabo un ritual. No puede haber nada ni nadie que distraigan al mago de lo que está haciendo. Si el hechicero se distrae, deberá pedir perdón al espíritu y volver a comenzar de cero.

Norma 3: Infinita paciencia: Se recomienda no desesperar puesto que en el mundo material, cualquier deseo que se siembra debe crecer poco a poco, como una planta.

Norma 4: Siempre se debe mantener en secreto el deseo. Jamás debemos revelar qué estamos haciendo o cuál es nuestro propósito.

Con estas cuatro normas básicas, la magia gitana se asegura de que sus rituales, conjuros y hechizos salgan adelante. Es una parte más de la cultura gitana, de la etnia de un pueblo que siempre ha estado muy vinculado con el esoterismo.